miércoles, 16 de mayo de 2018

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Un nuevo año en la ciudad costera y un nuevo concurso de belleza, que contaba con el entusiasmo de los habitantes y de los alegres turistas. Como siempre, las postulantes fueron homenajeadas en un yate que las llevó en un hermoso paseo. Tomaron algo, bailaron, se divirtieron mucho: el aire marítimo parecía darles toda la energía que los nervios y los preparativos de los días previos les habían quitado. La que no se veía muy contenta era la reina anterior. Aunque se aseguró de sacarse una foto con cada una de las participantes, sonriendo y tomándolas cálidamente por la espalda.
Pasó un largo rato antes que se dieran cuenta que todas tenían chicle pegado en el pelo.