viernes, 27 de abril de 2018

Hay recuerdos




Hay recuerdos
que uno no quiere que se pierdan.
Melodías tejidas dulcemente
tras el velo de las puertas.
Palpitares,
galopes de corazón que nadie viera
y sonrisas como rayos
que todas las tinieblas atraviesan.
Hay recuerdos
que no imaginamos omitidos,
que nos inundaron de ternura,
que hicieron aspavientos de grandeza.
Manos chiquitas que nos fortalecieron,
manos viejas que allanaron la tristeza,
palabras que endulzaron los oídos
y quitaron del alma su condena.
Ciertamente, hay recuerdos y recuerdos
que merecen pasar a vida eterna.


Pequeña lágrima


Esta pequeña lágrima en mi alma
que no encuentra acaso refugio
es tal vez una gota de aquello
que fue amor en un tiempo sin nombre.

Yo quisiera que nunca secaras,
pequeña lluvia de mi alma,
y el amor de aquel tiempo sin nombre
fuera mi casa.

miércoles, 25 de abril de 2018

Es la vida



Y la vida se abre paso entre todas las sombras

a codazos y empujones si esto es necesario.

Se agazapa, salta y entra en el momento inequívoco

para tomarnos los ojos y besar nuestros labios.

Y la vida no entiende de individuos odiosos,

egoístas y estúpidos que planean sus días.

Sus espaldas pesadas se desploman y ceden

ante el peso glorioso de la nueva semilla.

Y la vida hace entrada majestuosa, soberbia,

empapándolo todo con su vino de reyes.

Si no somos primeros, mucho menos los últimos.

No podremos nosotros derogarle sus leyes.








Sin piel



El día que te amé,
como el agua halla perfil en la vasija
quedaron detallados mis contornos
y tu amor fue la máscara
donde emitir la voz del sentimiento.
Pero, ¡ay!, ¡esto es peligro!
¡Esto es apego! ¡El suspirado apego!
Mi vulnerada alma actúa en defensa:
sale corriendo para entrenamiento.
(Seguro que está mal tener este miedo)
¡Pues tengo miedo!
Del día que te vayas o me vaya
y me quede sin piel.

lunes, 23 de abril de 2018

A veces mis colores



A veces mis colores
No entran en la gama de los rosas
O, al menos, no están todos mis rincones
Bordados con ternura femenina
Pues claro que confieso
El puzzle tiene ya piezas perdidas
Y comodines negros
De cuerpo, alma y penas divididas.
A veces soy pregunta
Que deja mi faz agria y como ida.
Y con mi bruno abarco
El mutis de un reloj que no camina
Sí, cierto, lo confieso
A veces amarás mi despedida
Pero no te preocupes:
Esto me pasa a veces, no es por vida.



Mirándote



Unas manos: tus manos
Esbozando en el aire
Con matices  lozanos
Tus palabras partidas
En poemas urbanos.

A lo lejos un llanto
Y aquí cerca tu voz
Entonando ese canto
Elegido en el río
Donde juegan los santos.

Y me acercas la vida
De tu alma de verano.
Y me quedo en tus ojos,
Me deslío en tus manos.


viernes, 20 de abril de 2018

Dulzura prestada



Hay una dulzura que me embriaga
y no está en el ambiente:
está en mi alma.
Corre por mis venas.
Parte del corazón,
sale a mi casa,
a mis amigos y a la gente…
¡Toda esa gente que pasa!

Hay una dulzura dentro de mí,
pero, ¡ay! ¡No es mía!
Es prestada,
contagiada,
copiada de tus ojos,
de tu alma.

Ochentona



Incorporaba el siglo
suspensa  y sublevada.
Amaba o había amado,
había arropado algún nenito,
sabía batallar a contratiempo.
Carne seca, ojos al fondo ,
mugre entre sus dedos
y ahí estaba: esa palabra nonata 
que le dislocaba el entrecejo.

martes, 17 de abril de 2018

Sin predicado




Qué oportunas las horas.
Cómo granan alegres 
Deshaciendo el suceso
De la mente humana,
Disolviendo los soles
Del audaz molinete
Donde danzan fugaces
Las pérfidas estrellas.

Qué locuaz memorándum
El segundo goteando
Sobre el músculo tenso
De la humanidad fría
Y horadando la entraña
Donde sigue su siembra
Riguroso  y estéril 
Nuestro signo: la duda.

Asistencia



Manos sin sustancia,
médula estéril,
en ahogo un movimiento 
gris.
Pero entonces el Amor es inspirado
por un alma que está muerta o por morir.
Pábilo que humea
o cenizas,
caña ya cascada por el ruin.
Pero entonces el Amor es consumado
en un corazón a punto de latir.
-Como río con la fuerza del que anhela
hace surco la Verdad
al fin-      

sábado, 14 de abril de 2018

-Voz del que ama-



Cielos de seda, ánforas de savia,
sándalo de jardín, mi hierbabuena,
los cuatro vientos que atrapan la pena:
paraíso soñado que me agravia.

Quiero este mismo huerto para el triste,
este hálito divino para el frágil,
que el reino de los cielos venga ágil
a todos los hermanos que me diste.

Si tengo que mermar, yo me reduzco.
Si tengo que morir, muero en tu mano.
Tu voluntad sea hecha en el humano.
Vendrán a tu redil: yo los seduzco.


Poeta se necesita



Me haces falta, poeta, trae
Esas letras pulsadas con vívido lirismo,
Y tu inquietud que cae
Allí por el desnivel contigo mismo.
Que te cuela a mis vestigios,
Y te instala adyacente, vecino espiritual
De alegrías y litigios.
-Brotas tan distinto y floreces tan igual-
Me haces falta, poeta, trae
Los verbos secuestrados en todos mis espejos
Y el latido que contrae
El éter expectante que nos forja parejos.