martes, 17 de abril de 2018

Sin predicado




Qué oportunas las horas.
Cómo granan alegres 
Deshaciendo el suceso
De la mente humana,
Disolviendo los soles
Del audaz molinete
Donde danzan fugaces
Las pérfidas estrellas.

Qué locuaz memorándum
El segundo goteando
Sobre el músculo tenso
De la humanidad fría
Y horadando la entraña
Donde sigue su siembra
Riguroso  y estéril 
Nuestro signo: la duda.