viernes, 20 de abril de 2018

Ochentona



Incorporaba el siglo
suspensa  y sublevada.
Amaba o había amado,
había arropado algún nenito,
sabía batallar a contratiempo.
Carne seca, ojos al fondo ,
mugre entre sus dedos
y ahí estaba: esa palabra nonata 
que le dislocaba el entrecejo.